El diario La Verdad de Murcia publicó el pasado 12 de abril una noticia de gran interés sobre la iniciativa de la Entidad de Saneamiento y Depuración de Aguas Residuales (ESAMUR), dependiente de la Consejería de Agricultura y Agua de la Región de Murcia, para determinar la presencia de SARS-CoV-2 en los efluentes tratados de las instalaciones depuradoras y regeneradoras de la Región, mediante un proyecto de colaboración con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Los trabajos de campo se iniciaron el 12 de marzo, unos días antes de que se decretara el estado de alarma, y ya incluyen cinco campañas de muestreo y análisis mediante la técnica de la PCR. Los resultados obtenidos hasta el momento han permitido detectar la presencia de material genético del virus SARS-CoV-2, en una proporción acorde con la incidencia de la pandemia de COVID-19 en las poblaciones de la Región, la más baja de las registradas en España. ESAMUR tiene previsto prolongar esta investigación durante tres meses más.
Con esta iniciativa pionera, ESAMUR se suma así al pequeño grupo de entidades de investigadoras de todo el mundo que están evaluando el contenido viral de las aguas depuradas y regeneradas, como forma de estimar indirectamente la prevalencia de la COVID-19 entre la población, ante la dificultad práctica de analizar cada persona individualmente. Con esta iniciativa se trata de disponer de un sistema de alerta rápida que permita detectar la presencia o el retorno de esta infección viral entre la población.
La investigación incluye una vigilancia sistemática de la red de estaciones depuradoras-regeneradoras de la Región, una de las más completas y avanzadas de Europa. La investigación la están llevando a cabo un grupo de expertos pertenecientes a dos grupos de investigación del CSIC, formados por la Dra. Gloria Sánchez, experta en virología, y el Dr. Valter Ranclazzo, ambos del IATA-CSIC de Valencia, junto con las Dras. Ana Allende y Pilar Truchado, expertas en seguridad alimentaria del Cebas-CSIC de Murcia.
Los trabajos de campo se están realizando en las instalaciones depuradoras y regeneradoras de Murcia, Cartagena, Lorca, Molina de Segura, Cieza y Totana, ya que las cinco primeras corresponden a núcleos de población dotados de hospital, mientras que Totana es la localidad en que se registró oficialmente el primer caso de COVID-19 en la Región. La presencia de procesos de desinfección diferentes en esas seis instalaciones permitirá conocer la efectividad de cada uno de ellos para inactivar el SARS-CoV-2.
Los resultados obtenidos tras las primeras cinco campañas de muestreo han permitido ofrecer valoraciones significativas sobre la presencia de material genético del SARS-CoV-2 en los afluentes de todas las depuradoras, principalmente en las de Murcia, Cartagena y Molina de Segura, y en menor frecuencia en las de Lorca, Cieza y Totana. Por otra parte, los análisis no han permitido detectar la presencia de material genético del coronavirus en ninguno de los efluentes de esas seis instalaciones, donde el agua residual es depurada y regenerada, incluyendo un proceso final de desinfección. Los resultados obtenidos muestran un claro paralelismo entre la presencia de material genético del coronavirus en las aguas residuales y la prevalencia de la COVID-19 en las zonas de la Región, la que menor número de casos ha registrado hasta el momento.
ESAMUR promovió esta iniciativa investigadora tras conocer un estudio científico realizado en cinco hospitales de Singapur, en el que se informaba de la presencia de material genético de SARS-CoV-2 en las heces de algunos pacientes. Esta observación alertó a los responsables de ESAMUR, ante la posibilidad de que las aguas residuales y regeneradas pudieran ser vehículo de transmisión y contagio del virus, aunque ningún organismo como la OMS y el CDC en los EEUU ni la comunidad científica había indicado esa posibilidad hasta ese momento. ESAMUR quería asegurarse que ni las instalaciones de depuración y regeneración ni el agua regenerada podían generar problemas sanitarios: ni a los operarios de las plantas, merecedores de una efusiva felicitación por el gran trabajo que están desarrollando, ni a los productos agrícolas regados con agua regenerada. Los resultados obtenidos hasta el momento evidencian la protección eficaz que aportan los procesos de depuración, de regeneración y de desinfección para eliminar los restos de material genético del SARS-CoV-2.