La Agencia Europea del Medio Ambiente (EEA) publicó el pasado mes de octubre de 2019 un interesante informe técnico, revisado en diciembre de 2019, sobre el Estado de la Economía Circular en la UE, precedido del titular informativo “La economía circular europea está todavía en su infancia”.
La reutilización de los materiales puede minimizar la producción de residuos y la extracción de recursos, mejorar el uso eficiente de los recursos, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y contribuir a la conservación de la biodiversidad. Sin embargo, de acuerdo con el informe de la Agencia Europea del Medio Ambiente, las iniciativas de economía circular en Europa están todavía en unas fases muy preliminares y podrían beneficiarse en gran medida de unas inversiones adicionales con las que ampliar la escala de innovaciones prometedoras y la vigilancia sistemática del progreso hacia la circularidad.
El informe de la EEA titulado ‘Allanando el camino para la economía circular: visiones de su estado y potencialidades’ hace un inventario de las iniciativas disponibles para generar una economía circular que reduzca el uso de los recursos naturales y minimice las emisiones peligrosas y los residuos.
De acuerdo con la evaluación realizada en el informe, las compañías europeas están adoptando de forma creciente los modelos de economía circular, concentrando su atención principalmente en la eficiencia operativa y la reducción de los residuos. Otro desarrollo prometedor es el cambio estratégico de pasar de un modelo de negocio basado en el producto a otro basado en el servicio. Los mayores obstáculos para alcanzar una mayor implantación de esos nuevos modelos de negocio parecen ser la cultura empresarial, los factores del mercado y la complejidad de los sistemas.
La evaluación realizada por el EEA indica que 21 de los 32 países miembros que participaron en la encuesta ya promueven las iniciativas de economía circular. Los países utilizan principalmente la normativa y los instrumentos de mercado como medios para promover el reciclado, la recuperación energética y la gestión de los residuos, mientras que el eco-diseño, el consumo y la reutilización son normalmente gestionados a través de instrumentos normativos menos exigentes como las campañas informativas y el etiquetado.
Este nuevo informe destaca también que el progreso de la vigilancia sistemática de la economía circular requerirá inversiones adicionales. Muchos datos relevantes, como por ejemplo los relativos a la producción y la fase de consumo en los ciclos de vida de los productos, no están disponibles en los sistemas de información existentes. El informe de la EEA también resalta que las políticas y las iniciativas sobre economía circular requerirán una mejor integración con la bio-economía y las políticas de cambio climático.
El informe de la EEA titulado ‘Circular economy in Europe: insights on progress and prospects’ es el cuarto de los informes elaborados por el EEA sobre la economía circular. Los otros tres informes previos son:
The circular economy and the bioeconomy — Partners in sustainability