La página web del AMB, en su sección Agua del 28 de febrero, publica la aprobación definitiva, durante el pleno del Consell Metropolità celebrada ese mismo día, del Plan estratégico del ciclo integral del agua (PECIA), la hoja de ruta para reducir el déficit hídrico que podría sufrir la metrópolis de Barcelona, con un objetivo fijado en el año 2050. La puesta en marcha del PECIA significa que, por primera vez, una administración de ámbito local plantea actuar de manera integral sobre todo el ciclo del agua, desde la captación hasta las fases finales del saneamiento.
El PECIA convivirá con las planificaciones hidrológicas del resto de administraciones en todos los ámbitos, y quiere situar al AMB como un agente activo en la toma de decisiones para preservar un recurso imprescindible. Las medidas y las propuestas planteadas serán complementarias a las incluidas en la Directiva Marco del Agua de la UE, el Plan Hidrológico de la administración central y el Plan de gestión del distrito de cuenca fluvial de Catalunya para el período 2022-2027.
El documento final es el resultado de un proceso participativo coordinado por el AMB en el que se han implicado 87 organismos, entre los que figuran 36 municipios metropolitanos, diversas administraciones, universidades, entidades ecologistas, empresas gestoras del ciclo del agua, expertos en la materia y representantes ciudadanos. La aprobación definitiva se ha realizado estimando una parte de las alegaciones que algunos actores han hecho durante la exposición pública posterior a la aprobación inicial, que tuvo lugar el 24 de febrero de 2022.
Escenario futuro y objetivos del PECIA
De acuerdo con las previsiones del documento, en el año 2050 podría registrarse un déficit de agua potable en la metrópolis de Barcelona de unos 130 hm3/año. El objetivo principal del PECIA es evitar que se llegue a esta situación, tratando de obtener fuentes alternativas de recursos, como es por ejemplo el agua regenerada producida en las estaciones regeneradoras de agua (ERA).
Los objetivos del PECIA van dirigidos a afrontar 5 retos principales:
- Aumentar la garantía de abastecimiento y potenciar la eficiencia de los sistemas.
- Aumentar la resiliencia del ciclo del agua.
- Contribuir a la mejora de la calidad de las masas de agua.
- Adecuar los sistemas actuales ante los requisitos futuros.
- Mejorar la gobernanza, la gestión, el conocimiento y la transparencia.
Estos cinco retos se distribuyen en 74 actuaciones diferentes que incluyen medidas para la reducción de los consumos y la obtención de nuevos recursos. La aprobación final del Plan resalta la diferencia entre las medidas que el AMB aplicará directamente en los casos en que tenga las competencias para ello, y las propuestas que se elevarán a la administración competente en cada caso.
Para aumentar la cantidad de recursos, el PECIA plantea una inversión importante en nuevas infraestructuras que permitan incrementar la cantidad de agua disponible. En las condiciones actuales, las principales infraestructuras del ciclo del agua están situadas en el ámbito del río Llobregat. Por este motivo, el PECIA plantea un mayor aprovechamiento del otro gran curso de fluvial metropolitano, el río Besòs, y equilibrar así la presión sobre estos dos sistemas hídricos.
El nuevo Plan prevé la construcción de una nueva planta potabilizadora (ETAP) en el Besòs, permitiendo la captación de recursos desde este río. También prevé la construcción de una nueva estación de regeneración de agua (ERA) en el Besòs, similar a la que ya funciona en el ámbito de la depuradora de El Prat de Llobregat. Esta instalación permitiría producir un agua de calidad superior, apta para ser impulsada aguas arriba del río Besòs y mantener sus caudales ecológicos.
Estas medidas permitirían diversificar las fuentes de abastecimiento, ya que se aprovecharía una fuente de recursos que en estos momentos casi no se utiliza, garantizando así los recursos. El paquete completo de medidas va acompañado de una importante inversión económica. El presupuesto total del plan oscila entre los 2.100 M€ y los 2.400 M€. De ellos, 132 M€ están destinados a la construcción de las nuevas infraestructuras.
Regeneración del agua
El uso de agua regenerada es ya una realidad en el ámbito metropolitano. El volumen de agua regenerada que se utiliza en el territorio se ha multiplicado por 15 en cuatro años, pasando de 3,8 hm3/año en 2018 a más de 56 hm3/año en 2022, equivalente al 25 % del consumo de agua potable de toda la metrópolis, o al 50 % de las necesidades anuales de la ciudad de Barcelona.
Entre los proyectos previstos por el PECIA que ya se están realizando actualmente figuran: 1) la aportación de agua regenerada al río Llobregat para que sea captada por la ETAP de Sant Joan Despí y refuerce el abastecimiento urbano del territorio metropolitano, 2) la aportación de agua al tramo final del río para el mantenimiento de su caudal ecológico y 3) la inyección de agua en la barrera contra la intrusión salina en el acuífero del delta del Baix Llobregat.
Con vistas al futuro, está previsto un proyecto de red de distribución de agua en el polígono de la Zona Franca y en el barrio de la Marina del Prat Vermell, así como el suministro de agua regenerada a las poblaciones de Sant Sant Cugat, Cerdanyola y el campus de la UAB, entre otras iniciativas.
Los diferentes volúmenes de que consta el texto definitivo del Plan estratégico del ciclo integral del agua del AMB (PECIA) pueden descargarse en este enlace.