El Departamento de Recursos Hídricos de California (DWR) anunció el pasado miércoles 1 de diciembre las asignaciones iniciales de agua desde el State Water Project durante los primeros meses de 2022, así como las actuaciones necesarias para gestionar las reservas de agua del Estado en anticipación a un tercer año de sequía, con unas reservas embalsadas casi las más bajas de su historia.
Considerando las condiciones de sequía sin precedentes que está experimentando el Estado, la asignación inicial de agua desde el SWP a fecha de 1 de diciembre será la estrictamente necesaria para atender las necesidades sanitarias y de seguridad durante el año 2022 de las 29 agencias de agua que tienen contratos de suministro desde el SWP. El DWR ha anunciado a estas agencias del agua su intención de que la asignación inicial priorice las necesidades de salud y seguridad y de que no contempla realizar entregas de agua desde el SWP mediante el proceso tradicional de asignación de recursos, hasta que el Estado tenga una idea clara de las condiciones hidrológicas y del estado de los embalses al inicio de la primavera.
El DWR está centrado en priorizar los suministros de agua en cuatro categorías: 1) agua para las necesidades de salud y seguridad, y control de la salinidad en el Delta; 2) agua para las especies en peligro de extinción; 3) agua para almacenamiento en embalses; y 4) agua para suministros adicionales siempre que la hidrología lo permita.
En palabras de la directora del DWR, “a pesar de las condiciones húmedas del comienzo del año hidrológico, la situación ha ido empeorando desde la primera tormenta y nos vemos abocados a planificar para condiciones propias de un año de condiciones hídricas por debajo de lo normal. Eso significa que hemos de prepararnos ya para un año seco y unas condiciones de intensa sequía que puede prolongarse durante todo el año 2022. Tenemos previsto colaborar con nuestros colegas federales y los usuarios del SWP a fin de adoptar unos criterios conservadores de planificación que permitan equilibrar los suministros de agua con las necesidades de los residentes, las empresas y el medio ambiente”.
Además de limitar las asignaciones iniciales para poder atender las necesidades de salud y seguridad, el DWR está planteando ajustar sus operaciones de este invierno y la próxima primavera. El DWR está captando y almacenando agua, cuando es posible, en el Lago Oroville y al sur del Delta en el embalse de San Luis, a fin de aumentar los recursos disponibles durante 2022 y continuará haciendo esto a lo largo de todo el invierno. Las demandas de salud y seguridad para la Zona de la Bahía y las zonas Central y del Sur de California se atenderán con agua disponible en el Delta, así como de agua almacenada en el embalse de San Luis. El agua del Lake Oroville se guardará para mantener la calidad del agua del Delta, proteger las especies en peligro de extinción y satisfacer las necesidades de los poseedores de derechos del agua senior. Más allá de los trasvases mínimos de agua para satisfacer las necesidades de agua para la salud y la seguridad en la zona sur de la Bahía, el agua almacenada en el Lake Oroville se utilizará para las entregas al sur del Delta, siempre que las condiciones hidrológicas mejoren. El DWR tiene previsto mantener tanta agua almacenada en Oroville como sea posible, en anticipación a un tercer año de sequía en 2022, e incluso de un año 2023 seco.
Así mismo, el día 1 de diciembre, el DWR junto con el US Bureau of Reclamation han presentado una nueva petición temporal de cambio urgente (TUCP) al Consejo Regulador de Recursos Hídricos del Estado. Si es aprobada, la petición permitirá que el State Water Project y el Central Valley Project sean explotados con modificaciones de los requisitos de calidad del agua y de los permisos de derecho del agua en la zona del Delta desde febrero hasta abril de 2022, siempre que las condiciones lo requieran. Estas modificaciones pueden ser necesarias para retener agua en el Lake Oroville a fin de asegurar que a finales de año se pueda disponer de suministros mínimos de salud y seguridad, si las condiciones de sequía persisten. Si durante los próximos meses llegaran a registrarse unas precipitaciones significativas, las normativas podrían satisfacerse mediante medios naturales, haciendo que las modificaciones de la explotación del SWP y el CVP sean innecesarias.
El DWR está también posponiendo la retirada de la barrera de emergencia contra la salinidad en momentos de sequía implantada en el Delta. Aunque estaba previsto retirar la barrera de rocas interpuesta en el West False River el 30 de noviembre, las condiciones de sequía han continuado y mantener la barrera donde se encuentra ahora permitirá una respuesta más eficiente ante la sequía durante la primavera de 2022, si fuera necesario. El DWR tiene previsto realizar una abertura en la barrera durante el mes de enero de 2022 para facilitar el paso de peces y el tráfico de barcos hasta el mes de abril de 2022.
En palabras de la directora del DWR, “estas condiciones van a requerir un enfoque multidisciplinar para responder a unas condiciones de sequía sin precedentes”.
El 1 de diciembre de cada año, el DWR presenta al Consejo Regulador de Recursos Hídricos del Estado las asignaciones iniciales de agua, basadas en el volumen de agua embalsada y las demandas de suministro de agua previstas. Las asignaciones se actualizan mensualmente a medida que se evalúa la información sobre el espesor de nieve y la escorrentía, hasta que se elabora la asignación final, normalmente en los meses de mayo o junio.
La asignación inicial más pequeña registrada fue del 5 % en los años 2010 y 2014. El año pasado, la asignación inicial del SWP fue del 10 %, aunque debido a las crecientes condiciones de sequía, la asignación final hubo de rebajarse hasta un 5 %.