El portal de la cadena de televisión KRCR (ABC7) publicó el pasado 26 de marzo un interesante reportaje de Adam Beam, de la agencia de noticias Associated Press (AP), titulado «California eases water restrictions, but drought isn’t over”
A continuación se presenta el texto en español de varios de los párrafos del citado reportaje.
El pasado viernes 24, Gavin Newson, gobernador de California, dio por terminadas varias de las restricciones de agua vigentes en el Estado, considerando que el invierno de interminables lluvias y nevadas ha rellenado los embalses del Estado y rebajado los temores a una escasez de agua, después de tres años de intensa sequía.
Gavin Newson fue muy cuidadoso en no declarar la terminación de la sequía, haciendo notar que la escasez de agua sigue vigente en la cuenca del río Klamath a lo largo de la frontera entre Oregon y California, así como en la zona densamente poblada del sur de California, que depende en gran parte de la cuenca deprimida del río Colorado para el abastecimiento de millones de habitantes.
No obstante, el gobernador Newson sí que anunció que dejaría de pedir a la población una reducción voluntaria del 15 % en su consumo de agua, una petición que había hecho por primera vez hace casi dos años, mientras hablaba desde la orilla del casi seco Lopez Lake en la Costa Central del Estado – un lago que actualmente está repleto de agua hasta el punto de tener casi que desaguar por sus aliviaderos.
En palabras del gobernador, “ninguno de nosotros habría podido imaginar hace unos pocos meses que estaríamos hoy aquí” en la linde de una explotación agraria al noroeste de Sacramento que había inundado algunos de sus campos con los excedentes de agua, de modo que el agua pudiera infiltrarse en el subsuelo y rellenar el acuífero. ¿Ha terminado la sequía? Casi, pero no por completo?
California y los Estados del oeste de los EEUU han permanecido en una situación prolongada de sequía durante dos décadas, un periodo de sequedad anormal interrumpida ocasionalmente por intensos periodos de tormenta. En palabras de Jay Lund, subdirector del Center for Watershed Sciences de la Universidad de California en Davis, “ha debido ser duro para el gobernador de un Estado grande y diverso, que dispone de fuentes muy variadas de agua y de demandas de agua, anunciar cuando comienza una sequía o cuando finaliza”.
El profesor Lund indicó que la sequía ha concluido desde muchos puntos de vista en California, especialmente para el abastecimiento urbano de agua y los embalses. Pero no ha terminado en cuanto a los frágiles ecosistemas del Estado y sus acuíferos, que han quedado agotados durante los pasados años de sequía. “Es muy posible que no podamos nunca recuperarnos por completo”.
Tres años de escasas lluvias o nieve in California han agotado los embalses hasta el punto de que el Estado no podía generar electricidad mediante las centrales hidroeléctricas. Esto hizo que se secaran los pozos en zonas rurales y los funcionarios estatales debieran suministrar agua a ciertas comunidades, mediante el uso de cisternas. Además, esos fenómenos redujeron el caudal de los principales ríos y cauces del Estado, provocando la muerte de especies en peligro de extinción y de otras especies.
Pero desde diciembre de 2022, más de 12 fuertes tormentas han afectado California, aportando grandes cantidades de lluvia y nieve mediante lo que los meteorólogos denominan “chorros o ríos atmosféricos”. Estas tormentas han inundado viviendas, cerrado pistas de esquí y atrapado a personas en poblaciones de montaña durante días sin electricidad, hasta el punto de provocar varias declaraciones de emergencia por parte del presidente Joe Biden.