La versión digital del diario La Vanguardia publicó el pasado 30 de noviembre un excelente reportaje elaborado por Martí Paola sobre las características de la estación depuradora-regeneradora de agua de Castelló d’Empúries, que facilita la devolución del agua regenerada a un entorno natural de zonas húmedas.
A continuación se ofrecen varios párrafos del reportaje.
¿Se imaginan una depuradora tan integrada en el entorno que parezca una laguna natural más? ¿Que incluso albergue nidos de aves, cría de peces, anfibios y reptiles y sea el refugio de especies tan singulares como la nutria? Pues prácticamente así es la Estación Depuradora de Aguas Residuales del municipio de Castelló d’Empúries, en Girona. Una infraestructura incorporada plenamente en el territorio que, sencillamente, no parece lo que es.
Su privilegiada situación, en el corazón del parque natural de los Aiguamolls de l’Empordà, permitió hace algunos años diseñar un equipamiento de saneamiento de aguas basado en el lagunaje. Un sistema que, en una zona como esta, permite que la instalación se integre plenamente en el medio ambiente, y que sus embalses pasen desapercibidos porque parecen auténticas marismas con valiosas especies autóctonas. Hablamos especialmente del ‘Estany Europa’, una laguna de cuatro hectáreas y media situado junto a otras tres de casi una hectárea cada una. Un pequeño paraíso para las aves que se convierte en un festival durante la primavera y épocas de migración.
Estas marismas, diseñadas sobre el terreno lo más parecidas posible a las naturales que hay por la zona, reciben el agua que la depuradora trata. De hecho, las balsas de apariencia natural forman parte del proceso de depuración del fluido, que ya ha empezado su limpieza a pocos metros de este pintoresco paraje.
Es en este último sector, en las marismas, donde la naturaleza sigue procesando el agua. En esta ocasión son los cañizares y otras especies vegetales las que se encargan de absorber y eliminar con sus raíces el material orgánico restante. Una semana y media después de que llegara ese fluido marrón y maloliente a estas instalaciones, el agua ya está lista para recibir una nueva oportunidad. Las aguas depuradas de esta población no acaban, como en la mayoría de localidades, en ríos o mares; sino que revierten en el medio ambiente de una manera directa. Estas y otras lagunas próximas reciben el agua tratada a través de unas tuberías subterráneas que, en algunos casos, llegan a los dos kilómetros de recorrido. Asimismo, un afluente, la Mugueta, también recibe recargas para garantizar la preservación de su ecosistema. Y significativo es también el uso que le dan en el campo de golf de la localidad al agua limpia que procede de la depuradora, pues con ella riegan sus extensas instalaciones.
Una contribución extraordinaria que permite la regeneración de las lagunas naturales del parque natural y, por consiguiente, de los acuíferos “con una calidad que muchos ríos quisieran tener”, explica con satisfacción Xavier Tristán. Una segunda oportunidad para el agua que toma un protagonismo especial en estos momentos de sensibilidad ciudadana.
El cambio climático avanza y la sociedad va siendo consciente de la necesidad de equipamientos que contribuyan a velar por nuestro entorno natural. Por este motivo, ingenierías como esta demuestran que ya existen otras maneras de gestionar los recursos naturales: sin derroche de energía, responsablemente y de manera sostenible.
Que todas y cada una de las gotas de agua que utilizamos sean retornada a la naturaleza de la manera más provechosa posible.