El diario Los Angeles Times, en su edición del 8 de julio, presenta la noticia de que el Gobernador de California pide a los ciudadanos del Estado que reduzcan su consumo de agua en un 15 % con respecto al año anterior, en razón del empeoramiento del episodio de sequía y el ascenso de las temperaturas que continúa afectando a todo el Oeste de los EEUU. El Gobernador amplió el alcance regional del estado de emergencia debido a la sequía hasta afectar a 50 condados estatales, en los que habitan un 42 % de la población estatal.
En palabras del Gobernador, durante una conferencia de prensa en el condado de San Luis Obispo, “Confiamos que la población adopte una actitud similar a la que puso en práctica durante el último episodio de sequía y continue aplicándola mediante una reducción voluntaria del 15 % del consumo de agua, tanto en las viviendas familiares como en las instalaciones industriales y las explotaciones agrícolas.
Con la mirada puesta en el proceso de reelección a dos meses vista, el Gobernador evitó adoptar un estado de emergencia para todo el Estado o la imposición de restricciones de agua a medida que la sequía afecta a mayores zonas del Estado.
Situado delante del embalse Lopez, cuyas aguas ocupan en estos momentos menos del 35 % de su capacidad, el Gobernador animó a los ciudadanos a que adopten medidas de “sentido común”, tales como disminuir el riego de los parterres, reparar los escapes de agua en sus instalaciones y ducharse durante menos tiempo. También resaltó que no son necesarias restricciones en el uso de agua. “California no quiere comportarse como un Estado protector, no tratamos de imponer normas de forma opresiva; nuestras propuestas son de carácter voluntario”.
El Gobernador y sus colaboradores han rechazado la necesidad de adoptar actuciones más drásticas, indicando que los recursos hídricos fluctúan entre las diferentes partes del Estado y no todos los 58 condados están en estado de emergencia. La orden gubernamental de emergencia regional plantea un itinerario para que el Consejo Regulador de Recursos Hídricos estatal pueda ordenar unas restricciones de agua potencialmente impopulares. La declaración hace posible que algunos condados puedan coordinar la gestión de sus recursos hídricos con el Estado, rebajando varias normativas ambientales.
A principios de mes, el Consejo Regulador publicó varias restricciones aplicables a los concesionarios de agua en la cuenca del Russian River y ha advertido sobre la falta de disponibildiad de agua a los concesionarios de la cuenca del Scott River Basin, la cuenca del Sacramento-San Joaquin Delta y otras zonas, a la vista de la escased de recursos disponibles.
Un senador republicano de Fresno indicó que el Gobernador debe ir mas allá de las reducciones voluntarias y las ordenes regionales. Indicó que el Gobernador debería ordenar a la agencias estatales que prioricen los suministos de agua para el consumo humano y la producción de alimentos por encima de las consideraciones ambientales a corto plazo, a la vez que inviertan dinero en mejorar el futuro almacenamiento de agua en el Estado. “California estuvo en un estado crítico meses atrás y es muy probable que la situación empeore en los próximos años. Esta es una crisis de proporciones épicas. El problema es que no disponemos de ningún almacenamiento de agua que permita modificar la evolución de la situación”.
Desde una perspectiva política, las restricciones de agua son una maldición para el Gobernador, tanto si aplican como si no se aplican, en palabras de un consultor demócrata que había sido secretario de prensa en anteriores mandatos. “El parterre americano es sacrosanto, de modo que si alguén te dice que no puedes mantenerlo verde, se va a producir un rechazo, algo que hemos visto ocurrir en el pasado”.
Los partidarios de la reelección gubernamental han intentado ya asociar al Gobernador con el asunto de las restricciones de agua. La petición oficial que hicieron circular para conseguir las firmas suficientes con las que forzar una elección incluía “el racionamiento de nuestro uso del agua” como una de “las cargas” que el Gobernador ha tratado de imponer al Estado.
El consultor demócrata indicó que es lógico que el Gobernador pida a los californianos una reducción voluntaria de su consumo de agua, antes de obligarles a que lo hagan. No obstante, con ello corre el riesgo de ser criticado posteriormente por actuar demasiado despacio, considerando que la sequía no es algo que ocurre de la noche a la mañana y que el Estado es conocedor del problemas desde hace tiempo. “Es uno de esos temas en los que ha de hilvanar con muy cuidado porque podría perjudicarle al margen de lo que haga, y ese es el peligro del clima reinante durante le reelección”
California se encuentra inmersa en un año particularlmente seco, debido a las precipitaciones inferiores a la media y el escaso espesor de nieve en la Sierra Nevada. El Gobernador incluyó los condados de Inyo, Marin, Mono, San Matero, Santa Barbara, Monterey, San Luis Obispo, Santa Clara y Santa Cruz entre los afectados por su orden regional de emergencia del jueves 8 de julio. La orden gubernamental inicial del 21 de abril era aplicable a los condados de Mendocino y Sonoma, antes de que se incluyeran otros 39 condados el 10 de mayo.
El Sur de California parece encontrarse en mejores condiciones que otras zonas. Los condados de Imperial, Los Angeles, Orange, Riverside, San Bernardino, San Diego y Ventura son los únicos condados excluidos hasta el momento de la orden regional del estado de emergencia por sequía. Los representantes del Metropolitan Water District of Southern California (MWD), que importa agua desde el río Colorado y el norte del Estado, informan que tienen reservas de agua a niveles históricos en sus embalses regionales y sus acuíferos, suficientes para abastecer a sus abonados hasta el año 2022. De acuerdo con los representantes del condado de Los Angeles, que se abastece en parte de MWD, el condado no anticipa tampoco ninguna restriccion de agua.
Diversas poblaciones han intensificado sus propias normas de ahorro de agua para usos domésticos, y sus representantes esperan restricciones urbanas adicionales en varios lugares del Estado. Si las reducciones propuestas se consiguen, una disminución voluntaria del 15 % a escala estatal permitiría ahorrar unos 1.500 hm3 de agua que, según la oficina del Gobernador, es aproximadamente equivalente al suministro anual de agua a 1,7 millones de hogares.
El Gobernador informó que el Consejo Regulador y el Departamento de Recursos Hídricos harán un seguimiento de los progresos realizados para conseguir la reduccion voluntaria del 15 % y decidirán si es necesario implantar nuevas medidas. Durante el anterior episodio de sequía (2012-16), el consumo medio de agua por persona descendió un 21 % entre 2013 y 2016 y continúa actualmente en un 16 % por debajo del consumo del año 2013.
En su comparecencia del jueves, el Gobernador llamó la atención sobre la prolongada campaña dedicada a Save Our Water, iniciada en 2009 por la Asociación californiana de agencias del agua y el Departamento de Recursos Hídricos con objeto de promover el ahorro de agua, mediante la presentación de estrategias relativas a cómo reducir el uso de agua.