Eleanor Torres, Director of Public Affairs en el Orange County Water District (OCWD) ha publicado recientemente un interesante relato del esfuerzo que ha comportado conseguir la aprobación legislativa que permite la distribución de agua regenerada como agua embotellada para el consumo humano y llevar a cabo ese programa de distribución entre los interesados.
OCWD, en colaboración con el Orange County Sanitation District y la asociación WateReuse California, han promovido el desarrollo de una legislación estatal que haga posible la distribución de agua regenerada producida por el Groundwater Replenishment System mediante botellas. Para ello promovieron la propuesta de ley AB 2022 (Gordon) en 2016. La propuesta de ley fue firmada y entró en vigor en enero de 2017. El texto legal tiene muchas restricciones enrevesadas, tales como la de que el volumen de las botellas no pueden superar unos 235 ml, el volumen de agua embotella durante un año natural no puede superar unos 3.780 litros (lo que equivale a unas 16.000 botellas de 235 ml cada una) y la restricción de que el agua embotellada no puede ser ofrecida directamente por las agencias a los jóvenes de menos de 18 años (pueden consumirla si sus padres o tutores se responsabilizan de ello, actuando de intermediarios).
Aunque este instrumento legal ha resultado ser una excelente herramienta para promover el apoyo y el interés del público en este tema, distribuir agua regenerada embotellada no ha sido un proyecto sencillo de implantar. Hay pocas compañías embotelladoras locales deseosas de embotellar un número tan reducido de botellas y con esa limitación de capacidad unitaria. El espacio disponible para el etiquetado es muy reducido y el contenido de la etiqueta tiene que ser revisado por el regulador local de salud pública (el competente en Orange County fue muy, muy receptivo y con una rápida capacidad de respuesta).
Por otra parte, la ley no podía ajustarse a la ley federal que restringe la distribución de agua a más de 24 personas en un día concreto, durante un máximo de 60 días de un año natural. Esto significa que, por ejemplo, OCWD podría distribuir todas esas 16.000 botellas en un solo día y eso hubiera contado como uno de los 60 días en que está autorizado a distribuir el agua purificada a 25 o más personas. Siguiendo con este ejemplo supuesto, durante los restantes 59 días del año natural, podría haber recibido a 25 o más visitantes a nuestras instalaciones que podrían haber degustado directamente el agua purificada tal como se produce en las instalaciones.
Pero si hubiera ofrecido la degustación directa del agua purificada a 25 o más personas durante 60 o más días de un año natural, un nuevo conjunto de limitaciones legales sobre entrega/distribución/FDA habrían entrado en vigor. En resumen, una faceta importante del proyecto ha sido contabilizar y llevar el control tanto de las visitas guiadas a las instalaciones como de la distribución de agua embotellada.
Incluso considerando todos esos retos, Eleanor recomendia a otras agencias que intenten utilizar esta opción. OCWD estará encantado de enviar agua embotellada a otras agencias que estén considerando la posibilidad de desarrollar un proyecto similar con agua purificada. Es una herramienta poderosa para ayudar a las personas a superar el efecto de repulsa (yuck factor) ante el agua regenerada o purificada.