La edición digital del diario San Francisco Chronicle del pasado 20 de noviembre publicó un interesante reportaje de Kurtis Alexander sobre la situación de emergencia hídrica de la ciudad de San Francisco que le lleva a afirmar que “Ha llegado el momento que la ciudad de San Francisco se dirija a sus residentes y abonados de los alrededores para pedirles que reduzcan su consumo de agua”.
A continuación se presenta la versión en español para facilitar su lectura por los seguidores de ASERSA.
El sólido abastecimiento de agua de la ciudad de San Francisco, que se ha mantenido imperturbable durante el intenso episodio de sequía que dura ya dos años, ha comenzado finalmente a sufrir las consecuencias de la sequía, y los gestores municipales han comenzado a reconocer que ha llegado el momento de reducir los consumos.
Los funcionarios de la Comisión de Servicios Públicos de la ciudad están planificando pedir a los residentes y los comercios de la ciudad que reduzcan su uso de agua en un 5 %, en relación con los consumos de los dos últimos años, y solicitar a más de dos docenas de urbanizaciones que se abastecen de agua de la ciudad que reduzcan su uso de agua en casi un 14 %. El objetivo final es conseguir unos ahorros conjuntos del 10 %.
Aunque esas reducciones no serán de obligado cumplimiento – y no comportarán multas – los funcionarios de la Comisión de Servicios Públicos confían obtener una respuesta favorable de los abonados capaz de alcanzar esos objetivos y así ayudar a mantener los recursos de agua para abastecimiento acumulados en los embalses de la ciudad, situados en y los alrededores de Yosemite National Park.
Las reducciones del consumo planificadas forman parte de una emergencia hídrica por sequía que el Consejo de Gobierno de la Comisión de Servicios Públicos está considerando declarar durante su reunión del martes (21 de noviembre). La declaración no solamente hace una llamada a la reducción del consumo de agua, sino que también implanta una sobrecarga de hasta un 5 % en las tarifas del agua para los abonados de la ciudad con objeto de compensar la reducción de ingresos causada por la disminución de las ventas. El incremento de tarifa entrará en vigor el 1 de abril.
La declaración de emergencia hídrica permitirá que la Comisión de Servicios Públicos evite posiblemente las restricciones estatales sobre captaciones de agua, implantadas durante la sequía. San Francisco ha recibido ya órdenes del Consejo Estatal Regulador de los Recursos Hídricos para que interrumpa las captaciones de agua desde el río Tuolumne para rellenar sus embalses. Con la situación de emergencia hídrica por escasez, la ciudad puede cogerse a la excepción de “salud y seguridad” incluida en la orden y así poder captar del río al menos un volumen limitado de agua.
En palabras del director general de la Comisión de Servicios Públicos, “estamos atravesando una sequía con unas consecuencias de largo alcance, y ha quedado claro que todos tenemos que más para superarla”. La ciudadanía de San Francisco ha venido haciendo su contribución y ha alcanzado uno de los consumos de agua más pequeños del Estado. La emergencia hídrica por escasez que ahora se propone debería ayudar a todos nuestros abonados unirse entre sí y avanzar en la misma dirección. Así mismo, nos permitirá invocar las previsiones de nuestros acuerdos con nuestros abonados en alta, y es un paso necesario para poder acceder si fuera necesario a los recursos hídricos de emergencia”.
Hasta la semana anterior a la declaración de emergencia, las reservas de agua de los embalses de la ciudad alcanzaban un 71 % de su capacidad. Aunque ese nivel de escasez de agua es favorable con respecto a muchas otras agencias del agua, los funcionarios de la Comisión de Servicios Públicos indicaron que las ordenes estatales de reducción del uso de agua han evitado que la ciudad deba utilizar su banco de agua en el San Pedro Reservoir, pudiendo conservar protegida alrededor de una tercera parte de su agua almacenada.
El abastecimiento de agua disponible, sin contar con los recursos del banco de agua, es suficiente para capear la eventualidad de un par de años de sequía adicionales, aunque si la sequía se prolongará más tiempo, los funcionarios indican que habría problemas.
Los embalses de agua de San Francisco en la Sierra Nevada, incluyendo el más importante de ellos, el Hetch Hetchy Reservoir in Yosemite, proporcionan un 85 % del agua usada por la ciudad. El agua es llevada por un conducto has el Área de la Bahía, donde abastece a San Francisco y a 26 agencias del agua en los condados de Alameda, Santa Clara y San Mateo.
De acuerdo con la declaración de emergencia hídrica por escasez, las comunidades suburbanas habrán de disminuir el uso de agua en mayor grado que los residentes y comercios de la ciudad, ya que su uso de agua es mayor, lo que significa una mayor posibilidad de ahorro.
Está previsto que el Consejo de la Comisión de Servicios Públicos de la ciudad de San Francisco debata este punto durante su reunión del martes (23 de noviembre).