Es muy frecuente que la gestión de la calidad y de la cantidad de los recursos hídricos de un país sean responsabilidad de al menos dos departamentos del gobierno. Mientras que los aspectos de calidad del agua potable son generalmente responsabilidad de los departamentos de salud pública, los aspectos relativos a la calidad ambiental y la disponibilidad de recursos es normalmente responsabilidad de los departamentos de recursos hídricos y de protección ambiental. Aunque esa estrategia de gestión ha producido grandes progresos en la protección de la salud pública, la necesidad de una coordinación cada vez más estrecha, flexible y rápida entre los responsables de las aguas de consumo humano y los del medio ambiente, junto con la constatación de que los retos planteados por la calidad del agua con respecto al medio ambiente están llegando a ser tanto o más relevantes que los asociados con la provisión de agua para consumo humano, algunos países están optando por centralizar ambas competencias en un mismo departamento ministerial. California dispone de esta nueva organización ministerial desde julio de 2014. Hasta esa fecha, la reglamentación sobre agua de consumo humano era principalmente una responsabilidad del departamento de Salud Pública. Desde julio de 2014, esa responsabilidad recae en el Consejo Estatal de Control de los Recursos Hídricos (Consejo Estatal del Agua) que recibe la mayor parte de su autoridad estatutaria de la ley sobre Salud y Seguridad. No obstante, la reglamentación sobre el abastecimiento de agua, la calidad del agua y los diversos tipos de sistemas hídricos que abastecen agua de consumo humano sigue estando fragmentada. Un año después de esta reorganización administrativa, el Consejo Estatal del Agua aprobó su visión de cómo asegurar el suministro de agua segura para consumo humano, mediante la presentación al Congreso del Plan de Agua Segura para Consumo Humano. El nuevo Plan se centra en avanzar en las formas con que el Consejo Estatal de Agua se propone mejorar el acceso de todas las comunidades del estado a un agua de consumo humano fiable y saludable. El plan se centra en unos 8.000 sistemas públicos de abastecimiento que están bajo la supervisión de la División de Agua de Consumo Humano, sin incluir los pozos privados y las instalaciones privadas. El Plan reconoce que un 98 % de los ciudadanos del estado están abastecidos por sistemas públicos de agua que cumplen con las normas federales y estatales aplicables. El 2 % restante están abastecidos por sistemas mucho más pequeños, que tienen grandes dificultades para abastecer agua segura y asequible, debido a una larga lista de obstáculos, entre los que figuran la falta de recursos técnicos, de gestión y financieros. El Plan incluye seis acciones prioritarias para ayudar y proveer recursos a ese grupo minoritario de sistemas de abastecimiento. En palabras de la directora de la División de Agua de Consumo Público en 2015, “en medio de un periodo histórico de cuatro años de sequía, es más importante que nunca asegurar que nuestros abastecimientos de agua están protegidos y son fiables. Mientras que la mayoría de la población de estado disfruta de los beneficios de un agua limpia y segura, tenemos muchas comunidades que no gozan de esas condiciones y desgraciadamente hay muchas otras que se enfrentan a situaciones difíciles, provocadas por la sequía. Para revertir esa tendencia, este Plan sirve de itinerario con el que poder abastecer agua segura y sostenible a todos los ciudadanos del estado. El Plan identifica las mejoras necesarias para conseguirlo en los pequeños sistemas de abastecimiento: 1) el acceso al agua en períodos de sequía, 2) la provisión de agua segura para consumo humano en comunidades desprotegidas, 3) la mejora y el mantenimiento de la capacidad de desarrollo de los sistemas, 4) la identificación de soluciones compartidas para suministrar agua de consumo humano segura, incluyendo la consolidación de sistemas de abastecimiento, 5) el desarrollo de sistemas de tratamiento y de control analítico más económicos y efectivos y 6) la elaboración de mejores sistemas de preparación ante la emergencia y protocolos de respuesta para pequeños sistemas de abastecimiento. Por último, conviene resaltar que en 2012, California fue el primer estado de la Unión en aprobar la Ley del Derecho Humano al Agua, de modo que la política estatal sigue centrada en asegurar el derecho de todas las personas a acceder a un agua segura, limpia, asequible y accesible para el consumo humano, la cocción de alimentos y el saneamiento. El Consejo Estatal del Agua está comprometido a implantar las iniciativas necesarias para asegurar el derecho humano al agua, empezando por los residentes del estado que están abastecidos por sistemas públicos de agua que no proporcionan agua segura.