La sección californiana de la WateReuse Association (WRCA) y el National Water Research Institute (NWRI) han publicado el pasado mes de enero 2020 la primera guía para el desarrollo de un protocolo operativo normalizado de los ensayos bioanalíticos aplicables a la producción de agua regenerada para uso potable. El objetivo de ese documento es ayudar a las agencias dedicadas a la gestión de la reutilización potable a cumplimentar los ensayos biológicos requeridos desde el presente año 2020. En el año 2018, el Consejo Estatal del Agua de California modificó la normativa aplicable a la reutilización del agua, a fin de incluir la necesidad de realizar un seguimiento sistemático mediante bioensayos de la reutilización potable indirecta.
El objetivo de este documento es servir de guía en la preparación de un protocolo operativo normalizado (PON) para la detección y la cuantificación de los antagonistas del receptor estrogénico alfa (ERα) y el receptor arilo hidrocarbonado (AhR) que puedan estar presentes en muestras de agua, mediante la utilización de líneas celulares de mamíferos que contienen genes indicadores con respuesta a los receptores Erα y AhR. La guía incluye también elementos del PON relativos al rendimiento del proceso.
En 2010, el Consejo Estatal del Agua convocó un Panel Científico Asesor (PCA) para que le ofreciera recomendaciones relativas a la vigilancia sistemática de los compuestos químicos de preocupación emergente (CEC) presentes en el agua regenerada. El PAC observó que la naturaleza tan diversa, amplia y en continuo crecimiento de los CEC hacían necesaria la utilización de métodos no específicos o semiespecíficos con los que complementar la vigilancia específica de los CEC y recomendó el uso de herramientas de cribado bioanalíticos para evaluar de forma más comprensiva la exposición potencial a toda la gama de CEC.
El PAC 2010 recomendó la utilización de ensayos in-vitro (a nivel celular) como herramientas de barrido bioanalíticas capaces de detectar un amplio espectro de CEC, a partir del inicio de un incidente celular conducente a un resultado desfavorable para la salud humana. La medida cuantitativa de la actividad biológica relativa al inicio de un incidente molecular ofrece una predicción precisa del efecto potencial que a su vez pone de manifiesto la conveniencia de barridos específicos adicionales, utilizando procesos de química analítica que permitan identificar la presencia de CEC conocidos y desconocidos en agua regenerada en concentraciones que pueden plantear un riesgo para la salud humana y el medio ambiente.
En 2018, el Consejo Estatal del Agua volvió a convocar el PAC para actualizar sus recomendaciones sobre la vigilancia sistemática de los CEC en agua regenerada. A partir de los avances registrados en este campo, el PAC de 2018 recomendó la utilización de ensayos basados en ERα y AhR, debido a la robustez documentada de los ensayos inter-laboratorios, su normalización y su aplicación normativa en Europa, así como su utilidad reconocida en las aplicaciones del agua regenerada.
A partir de estas recomendaciones, el Consejo Estatal del Agua adoptó, en diciembre de 2018, la Resolución No. 2018-0057 destinada a modificar la Normativa del Agua Regenerada, a fin de incluir requisitos aplicables a las instalaciones productoras de agua regenerada para su reutilización potable indirecta, mediante la recarga de acuíferos y el aumento de reservas en embalses. Los requisitos fueron planteados a vigilar esas actuaciones mediante dos herramientas de cribado bioanalíticas (Erα y AhR). La vigilancia sistemática de los CEC que plantea la Normativa del Agua Regenerada tienen un carácter de instrumento investigador y no de obligación reglamentaria, y viene cifrada mediante un límite específico, bien sea de una concentración máxima de contaminante o bien de un objetivo de calidad del agua.
Las concentraciones de alerta en la vigilancia sistemática (MTL, monitoring trigger limit) que figuran en la Normativa del Agua Regenerada han sido cifradas en unas concentraciones de E2-BEQ de 3,5 ng E2/L y otras de TCDD-BEQ de 0,5 TCDD/L. Tanto para las herramientas de barrido bioanalíticas como para las herramientas de química analítica, las actuaciones requeridas tras la superación de los MTL consisten en una continuación de las investigaciones realizadas con el fin de determinar la posible causa de esa superación, siempre que la superación sea 10 veces superior al valor del MTL. La Normativa del Agua Regenerada no exige la continuación de la investigación cuando el valor experimental sea inferior a 10 veces el valor establecido para el MTL, debido a que el objetivo de la vigilancia sistemática de las normas aplicables a los CEC es investigar la presencia y la concentración de los CEC en aguas regeneradas, y los MTL son valores relativamente conservadores.
El anexo A de la Normativa del Agua Regenerada incluye diversos requisitos para asegurar que los datos obtenidos mediante la vigilancia sistemática de los CEC son de calidad conocida, coherente y documentada y, a la vez, para verificar que los laboratorios pueden alcanzar los límites de detección establecidos tanto para los CEC identificados como los resultados bioanalíticos. El protocolo operativo normalizado es un elemento esencial para asegurar la calidad de los datos. La WateReuse California encomendó a un grupo de expertos la elaboración de esta guía de protocolos operativos normalizados con objeto de asegurar que los datos obtenidos mediante las herramientas de cribado bioanalítico, como parte de los requisitos de la Normativa del Agua Regenerada, son de una calidad normalizada y elevada.