El pasado 4 de diciembre, el portal de la Agencia Medioambiental Europea (EEA) publicó el informe titulado “Señales 2024 – Hacia unas aguas saludables y resilientes en Europa”, en el que se ofrece una visión general de los retos y las oportunidades principales a tener en cuenta para mejorar la salud y la resiliencia de las aguas de Europa. El informe incluye artículos dedicados a la naturaleza, la contaminación y el cambio climáticos, y presenta una descripción sobre cómo Europa ha mejorado la calidad de sus aguas de baño. Tres entrevistas permiten profundizar en el trabajo realizado para salvaguardar las aguas en Austria, la sostenibilidad de los compuestos químicos, y la posibilidad de retirar la contaminación química presente en el agua.
El agua en Europa está sometida a la presión de la contaminación, la sobreutilización, la degradación de los hábitats y los crecientes impactos del cambio climático. Mejorar la resiliencia y la salud de los lagos, los ríos y las aguas subterráneas de Europa es una prioridad urgente, a fin de asegurar un agua de buena calidad para las personas y el medio natural.
En palabras de la Sra. Leena Ylä-Mononen, directora ejecutiva de la EEA, “Priorizando la eficiencia hídrica, invirtiendo en infraestructuras sostenibles y protegiendo nuestros medioambientes naturales podremos construir una Europa más resiliente”.
La publicación de este informe incluye un Editorial de la Sra. Leena Ylä-Mononen, cuya introducción y conclusiones finales aparecen en versión española a continuación:
Editorial
El agua es fundamental para la vida, permite mantener los ecosistemas y ofrece el apoyo a nuestras sociedades con todo lo necesario, desde el agua de consumo humano hasta la producción de alimentos y la generación de energía. No obstante, las aguas superficiales de Europa están sometidas a unas presiones crecientes. El cambio climático, la contaminación y la gestión insostenible del agua están empeorando el estrés hídrico, en un proceso en que los retos no hacen más que aumentar. Es necesaria una actuación urgente para salvaguardar la seguridad del agua de Europa y promover la resiliencia ante el reto de esas presiones cambiantes.
Una Responsabilidad Compartida
Desarrollar la resiliencia hídrica es una responsabilidad compartida. La Unión Europea y sus Estados Miembros, las industrias, los agricultores y los ciudadanos han de trabajar unidos para reducir el consumo de agua, limitar la contaminación y proteger los ecosistemas de agua dulce. La Agencia Medioambiental Europea continuará apoyando a los responsables políticos con datos y conocimientos para ayudarles a afrontar esos retos.
Priorizando la eficiencia hídrica, invirtiendo en infraestructuras sostenibles y protegiendo nuestros medioambientes naturales podremos construir una Europa más resiliente. La seguridad hídrica no implica solamente asegurar el suministro de agua; se trata de salvaguardar los ecosistemas, mejorar la salud de nuestras comunidades y asegurar un futuro sostenible para todos los europeos.