El portal The Conversation publicó el pasado 21 de diciembre un artículo elaborado por Mario Ballesteros e Irene Blanco, investigador y profesora respectivamente de la Universidad Politécnica de Madrid, titulado “Cómo incentivar el riego con agua regenerada para dar un respiro a ríos y acuíferos” en el que los autores presentan los estudios realizados en el marco del proyecto RECLAMO para profundizar sobre la situación actual de la reutilización de agua para riego en España.
El trabajo analiza las percepciones de los principales grupos de interés en el caso de la región del acuífero de La Mancha Occidental (Alto Guadiana), una zona con una importante problemática ambiental ligada a su sobreexplotación y en la que, actualmente, se reutiliza muy poca agua.
Los principales resultados del estudio, basados en el conocimiento local y general de los representantes de estos grupos de interés, indican que el agua regenerada se percibe como una alternativa prometedora a la hora de garantizar el suministro de agua para riego, mientras se contribuye a aliviar la presión sobre el acuífero. Estos derechos de reutilización de agua regenerada solo pueden obtenerse en sustitución de antiguos derechos de explotación de agua procedente del acuífero de La Mancha Occidental.
A pesar de ello, el trabajo también refleja que la reutilización de agua para regadío está muy por debajo de sus posibilidades en la región. Los principales motivos son cuestiones relacionadas con la falta de un marco institucional más adecuado, la aceptación social del agua regenerada y los altos costes de la regeneración del agua en comparación con sus fuentes tradicionales.
Para aumentar la reutilización del agua, los autores indican que la simulación de escenarios llevada a cabo en el estudio muestra dos factores con un alto impacto positivo en cuanto a la promoción de la reutilización de agua para riego en la región:
- Un aumento de la voluntad política, que se tradujera en una mayor agilidad burocrática y en una mejor coordinación institucional.
- Campañas de sensibilización, que aumenten la aceptación social del agua regenerada.
Por el contrario, el análisis muestra que la necesidad de recuperar el 100 % de los costes del tratamiento necesario para reutilizar el agua en la agricultura podría desincentivar el uso de este recurso por parte de los regantes.
Por último, el trabajo también apunta a la entrada en vigor del nuevo Reglamento europeo 741/2020 como un elemento clave para contribuir positivamente a la promoción de la reutilización de agua para regadío. Su puesta en marcha conllevaría la previsible disminución del riesgo tanto para las personas como para el medioambiente, así como una mayor facilidad para el comercio de productos regados con agua regenerada a nivel europeo gracias al establecimiento de unos requisitos homogéneos en todo el territorio.