La Oficina de Análisis Legislativo de California ha publicado un interesante informe sobre las amenazas que la subida del nivel del océano pueden representar para el Estado. El informe describe las investigaciones más recientes sobre cómo el ascenso del nivel del océano Pacífico amenazará las propiedades privadas, las infraestructuras públicas y los recursos costeros. El informe presenta igualmente varias estrategias para mitigiar los posibles daños derivados de ese ascenso del nivel del agua.
A continuación se transcribe el texto del Resumen del informe.
Entre otros de sus diversos retos, California continua enfrentándose al impacto inminente del cambio climático y la subida del nivel del mar. Mientras que la pandemia del coronavirus de 2019 (COVID-19) y los consecuentes impactos econócmiso han acapadaro lógicamente la atención de los legisladores y el público desde marzo de 2020, otros retos de alcance estatal continúan acercándose por el horizonte. Entre ellos se encuentran los inminentes impactos debidos al cambio climático, entre los que se incluyen los peligros que la subida del nivel del mar presentan para la costa de California. Las actuales estimaciones científicas sugieren que la magnitud de la subida del nivel del mar (SNM) en California podría alcanzar como mínimo 15 cm para el año 2030 y hasta un máximo de 2 m para el año 2100. Además de esto, la sucesión de tormentas, las excepcionalmente elevadas “mareas gigantes” o los acontecimientos asociados con El Niño prodrían producir unas subidas del nivel del mar notablemente superiores a las SNM antes citadas por sí solas.
Los impactos de la SNM podrían ser tanto extensas como costosas. La invasión marina y del oleaje podría ocasionar impactos negativos sobre la costa de California, no solo a causa de unas mayores inundaciones, sino también a causa de la erosión de las playas y los acantilados, y la subida de los niveles de los acuiíferos costeros. El informe presenta las investigaciones disponibles sobre cómo la subida del nivel del mar amenaza la costa del California, agrupándolas en siete categorías de elementos afectados: las infraestructuras públicas, la propiedad privada, las poblaciones desfavorecidas, los recursos naturales, los abastecimientos de agua para consumo humano y riego agrícola, la contaminación tóxica, y las perturbaciones económicas. Entre las principales conclusiones de las investigaciones disponibles, merecen destacarse las siguientes:
- Entre 8 millardos y 10 millardos de dólares de propiedades actuales quedarán probablemente bajo el nivel del mar para el año 2050; este patrimonio inmobiliario afectado podrá incluso aumentar por valor de 6 millardos a 10 millardos de dólares, a causa del riesgo ocasionado por las intensas mareas.
- Un ascenso del nivel del mar igual o superior a 1,2 m podría causar la inundación cotidiana de casi 28.000 residentes desfavorecidos en la zona de la Bahía de San Francisco.
- Si el ascenso del nivel del mar alcanzase entre 0,9 m y 1,8 m, hasta dos terceras partes de las playas del sur de California quedarían completamente erosinonadas pare el año 2100
Es importante incluir actividades preparatorias ante la SNM entre las prioridades de actuación estatal. Considerando que los efectos más intensos de la SNM se pondrán de manifiesto probablemente durante las décadas futuras, la adopción de actuaciones dirigidas a resolverlas en estos momentos puede parecer menos urgente que las relativas a la pandemia a la que se enfrenta el Estado en estos momentos. Además, el declive económico registrado recientemente complica todavía más los esfuerzos preparatorios ante la SNM, debido a que los recursos fiscales son más escasos, tanto a escala estatal como local. No obstante, considerando las amenazas significativas que la SNM plantea para las próxmas décadas – junto con las alteraciones adicionales para la seguridad pública y la economía que ocasionarán la falta de actuaciones con las que mitigar los impactos potenciales – el Estado y sus comunidades costeras no pueden permitirse posponer todos los esfuerzos preparatorios hasta que las condiciones económicas se hayan completamente recuperado de la crisis actual. Los gobiernos estatal y municipal pueden llevar a cabo diversas actividades preparatorias para el medio plazo – tales como la planificación y el establecimiento de relaciones y foros en los que impulsar la coordinación y el intercambio de información a escala regional – con unas inversiones inmediatas relativamente pequeñas.