El pasado martes 8 de marzo, el portal digital del diario La Vanguardia publicó un interesante artículo de Antonio Cerrillo titulado “La región de Barcelona podrá regar parques y jardines y limpiar las calles con agua potable”, anunciando así el fin de la sequía y las noticias asociadas de los últimos días: El Govern levanta las últimas restricciones cuando los embalses del Ter y Llobregat superan el 64,5% de su capacidad y El acuífero del Baix Ter volverá al escenario de normalidad, mientras que el acuífero del Fluvià Muga pasará de la excepcionalidad a la alerta.

A continuación se presentan los párrafos introductorios del artículo de Antonio Cerrillo.

Vuelve la normalidad. Pero la sequía ha dejado huella. El Govern, a través del comité interdepartamental de sequía, ha ratificado la decisión de levantar las últimas restricciones de agua en los municipios que dependen de los embalses del Ter y del Llobregat, unos 6 millones de personas. Con esta decisión, 493 municipios dejarán de tener restricciones tras un periodo “de 56 meses de sequía, que ha sido el más largo y severo en la historia de datos de los últimos 200 años”, según ha explicado la consellera de Territori, Habitatge i Transició Ecològica, Sílvia Paneque. La recuperada normalidad significa que en estas zonas se podrá regar parques y jardines y limpiar las calles con agua potable. Dos años de sequía hacen que la nueva normalidad tenga algo de chocante.

Los cambios entrarán en vigor a finales de esta semana, cuando se publique en el DOGC, la resolución del director de la Agència Catalana de l’Aigua.