La agencia de noticias Reuters ha publicado una interesante noticia sobre la creciente petición social de que se alivien o supriman las medidas de ahorro de agua, impuestas el año pasado con motivo de la intensa sequía plurianual, teniendo en cuenta que las lluvias invernales están rellenando los embalses y mejorando las catastróficas condiciones que habían llegado a registrarse en el estado. Ante la presión de los consumidores, molestos con las normas en vigor, las compañías de agua afirman que perderán toda su credibilidad para implantar medidas de ahorro durante una futura sequía si continúan aplicando unas medidas de ahorro urbano que pueden llegar hasta un 36 %. El Consejo estatal de control de los recursos hídricos celebró una sesión pública de testimonios los pasados días y decidirá durante este mes de mayo si conviene modificar las normas de ahorro que han comportado dejar secos los parterres y vaciar las piscinas de los consumidores. Ordenadas por el gobernador Jerry Brown en abril del pasado año, las primeras restricciones de agua aplicadas en el estado han permitido ahorrar unos 1.500 hm3 de agua entre junio de 2015 y febrero de 2016, suficientes para abastecer casi 6 millones de personas durante un año. Las medidas de ahorro aplicables a viviendas y comercios se implantaron tras obligar a los agricultores a dejar baldías sus tierras y transportar en camiones cisterna los salmones aguas abajo, cuando los cauces se quedaron secos. Pero el tiempo húmedo impulsado por El Niño ha ayudado a recargar muchos embalses, cubrir de nieve las cumbres de las montañas de la Sierra Nevada y comenzar a recargar los agotados acuíferos. Las lluvias recogidas en los embalses del norte del estado han sido tan abundantes que han obligado a sus gestores a iniciar el desembalse para evitar el riesgo de inundaciones. Llegados a ese punto, los consumidores han comenzado a quejarse de lo inadecuado que es tener que continuar exigiendo restricciones dramáticas o imponer tarifas complementarias en sus recibos del agua. AL menos una compañía de agua, la que abastece a una parte del área metropolitana de Sacramento, ha dejado en suspenso la normativa de forma unilateral, a pesar de que sigue estando en vigor en todo el estado. En palabras del sub-gerente de San Juan Water District “Nuestro Consejo ha decidido actuar y ofrecer un cierto alivio a nuestros clientes. Es muy difícil mantener nuestra credibilidad cuando vemos que el embalse está desembalsando para evitar el riesgo de inundaciones”. Hace unos días, un grupo de compañías suministradoras de agua propuso la derogación progresiva de la normativa, y su sustitución por un plan que tenga en cuenta el hecho de que ciertas comunidades tienen suministros abundantes, incluso durante periodos de lluvias escasas. Las compañías de agua del sur del estado han solicitado igualmente un alivio en las normas, considerando las inversiones que han realizado en regulación mediante acuíferos y producción de agua mediante plantas de desalación, como forma de aumentar sus recursos.