El portal Bloomberg environment & energy publicó el pasado 18 de marzo un interesante artículo de William M. Alley, director de ciencia y tecnología de la National Ground Water Association, en el que analiza el alcance y los objetivos del Plan de Acción Nacional sobre la Reutilización del Agua publicado recientemente por la Agencia Medioambiental de los EEUU (USEPA). En opinión de William M. Alley, el Plan de Acción está enfocado hacia los frutos más fáciles de conseguir, mientras que los estados y las asociaciones desearían seguir siendo líderes e innovadores en la reutilización del agua.
La reutilización del agua tanto para usos potables como no potables es una práctica bien consolidada en algunas zonas de los EEUU, especialmente en el Oeste y a lo largo de la Costa Este. Sin embargo, el hecho de que la reutilización del agua satisfaga actualmente menos del 1 % de la demanda de agua en los EEUU, hace pensar que la reutilización del agua ofrece un considerable potencial de crecimiento futuro.
En una “llamada a actuar” para conseguir una mayor implantación de la reutilización del agua, la Agencia Medioambiental de los EEUU presentó recientemente su Plan de Acción Nacional sobre le Reutilización del Agua en colaboración con otros socios federales, estatales, tribales, locales y del sector del agua.
Actores y responsabilidades
Las normativas sobre la reutilización del agua en los EEUU son una responsabilidad de los estados y las agencias locales; no existen normativas federales directas. La Safe Drinking Water Act y la Clean Water Act pueden condicionar indirectamente la reutilización.
Por ejemplo, los pozos utilizados para inyectar agua tratada están regulados por el Programa de Control de la Inyección en Acuíferos que gestiona la USEPA. La reutilización del agua puede venir motivada también por el deseo de reducir el vertido de nutrientes y de otros contaminantes en las aguas costeras. Como ejemplo de estar formas de hacer, pueden citarse las realizaciones que se vienen llevando a cabo en San Diego, Tampa Bay y Chesapeake Bay.
Las agencias reguladoras estatales y diversas asociaciones sin ánimo de lucro, tales como la WateReuse Association y la Water Environment Federation, han venido desarrollando durante varias décadas buenas prácticas operativas, normativas, leyes y manuales, así como promoviendo la aceptación del agua regenerada por parte del público. California es el líder estatal, junto con Florida, Colorado y varios otros estados activos en este campo.
El Plan de Acción de la USEPA
El Plan de Acción de la USEPA presenta 37 acciones con las que promover la reutilización del agua durante los próximos tres años. Cada acción tiene designado uno o varios líderes de actuación, y muchos de ellos tiene uno o más socios identificados. El desarrollo de las actividades para dar cumplimiento a las diferentes fases del plan de ejecución pueden consultarse en la plataforma online.
El Plan de Acción está enfocado hacia los frutos más fáciles de conseguir. Muchas de las actuaciones propuestas consisten en terminar estudios en curso de realización, recopilar información y buscar formas de incorporar la reutilización del agua en los programas gubernamentales actuales y en las iniciativas de colaboración. El Plan trata de facilitar la posibilidad de que la reutilización del agua pueda acceder a la financiación federal, a través de los Clean Water and Drinking Water State Revolving Funds, la Water Infrastructure and Financing Innovation Act (WIFIA) y los programas del Departamento de Agricultura.
El Plan de Acción no ofrece ninguna fuente de financiación federal y las tareas más difíciles de realizar se posponen hasta fechas futuras. Por ejemplo, el Plan de Acción no se ocupa del tema que con más frecuencia se planteó durante las sesiones de información y revisión pública del borrador del Plan: el desarrollo de marcos de referencia para los objetivos de riesgo para la salud pública y ambientales.
El Plan de Acción adopta una visión amplia de la reutilización del agua, a partir de una variedad de recursos que incluyen el agua residual municipal, las aguas de retorno agrícolas, el agua de procesos industriales y aguas de refrigeración, las aguas resultantes de las operaciones del sector del petróleo y el gas, y el agua de tormenta. Los usos más controvertidos que se plantean son la reutilización del agua generada por las operaciones de los sectores del petróleo y el gas, y la reutilización potable de las aguas residuales municipales.
Los retos de las aguas del sector extractivo
Las grandes cantidades de agua generadas durante la producción no convencional de petróleo y gas pueden plantear serias dificultades para su vertido y el sector industrial está buscando opciones para su reutilización en lugares alejados de los puntos de extracción, bien sea para riego agrícola u otros usos.
Este tema fue uno de los más controvertidos durante el período de información y revisión pública. Las aguas generadas por la producción no convencional de petróleo y de gas tienen una elevada concentración de sales y contienen grandes cantidades de productos químicos. Tanto la logística como los costes de utilizar esas aguas en lugares alejados de los de su producción son actualmente prohibitivos y todo indica que lo seguirán siendo en el futuro. Una opción más conveniente puede ser la práctica cada vez más utilizada de usar esas aguas para las actividades de fractura hidráulica, en el mismo lugar de su producción.
Los retos de la reutilización potable
La reutilización potable del agua es actualmente el principal tema de preocupación en el sector. La mayoría de los proyectos en funcionamiento o planificados están basados en el principio de la reutilización potable indirecta en la que se incluye un tampón ambiental (normalmente un acuífero o un embalse) entre el efluente de un proceso avanzado de regeneración del agua residual depurada y la captación de agua para su tratamiento en una planta de potabilización de agua, generalmente mezclada con caudales de aguas superficiales procedentes de fuentes convencionales.
Entre otros atributos, el tampón ambiental ofrece la posibilidad de disponer del tiempo necesario para adoptar las medidas correctoras que pudieran ser necesarias en caso de una avería en el proceso de tratamiento. Estas averías pueden estar causadas por fallos técnicos, errores humanos e incluso por una importante epidemia que pudiera sobrecargar el sistema. La reutilización potable directa excluye la existencia de un tampón ambiental.
La visión sobre la reutilización potable ha evolucionado considerablemente durante las dos últimas décadas. Un informe del National Research Council (NRC) publicado en 1998 designó la reutilización potable indirecta como “una opción de último recurso” y no consideró la opción de la reutilización potable directa, ni siquiera como una opción. En 2012, un segundo informe del NRC concluyó que la reutilización potable directa e indirecta eran prácticamente indistinguibles en cuanto a la calidad del agua abastecida a los consumidores. Otros autores han sido menos optimistas y consideran que la reutilización potable indirecta es una tecnología relativamente madura, pero que todavía afronta el obstáculo de la aceptación pública, mientras que la reutilización potable directa es todavía una nueva frontera.
En los EEUU, solamente las ciudades de Big Spring y Wichita Falls, ambas en Texas, han optado por la reutilización potable directa, motivadas por la falta de recursos hídricos alternativos para el abastecimiento humano. Desde 2012, varios informes de las asociaciones nacionales se han venido ocupado de la reutilización potable directa y son varios los estados que están elaborando normativas al respecto. El Plan de Acción de la USEPA guarda silencio sobre la reutilización potable directa y son muy pocas las acciones que van dirigidas específicamente a la reutilización potable en general.
Es probable que los Estados y las asociaciones sigan siendo los líderes y los innovadores en la reutilización del agua, mientras que la USEPA adoptará el papel de animador, de fuente de financiación y de recopiladora de información. Las estrategias de gestión del riesgo asociado con la reutilización potable siguen siendo un tema crítico. El papel que la USEPA pueda jugar en este campo sigue siendo incierto.