El domingo 17 de diciembre, la edición digital del diario Los Angeles Times publicó un excelente reportaje de Ian James, en el que se incluyen unas magníficas imágenes fotográficas, titulado “California se prepara para transformar agua residual en agua pura para consumo humano, de acuerdo con unas nuevas normativas”.
A continuación se presentan en español varios de los párrafos de este excelente reportaje.
California se prepara para adoptar una normativa que permitirá tratar extensamente sus aguas residuales, transformándolas en un agua pura para consumo humano que se podrá distribuir directamente a través de los grifos de las viviendas.
Se espera que esta normativa sea aprobada el martes (19 de diciembre) por el Consejo Regulador de los Recursos Hídricos del Estado, permitiendo así que los suministradores de agua puedan iniciar la construcción de estaciones de regeneración avanzada capaces de transformar el agua residual en una fuente de agua de consumo humano.
En palabras de Heather Cooley, director de investigación en el Pacific Institute, un centro de expertos ubicado en Oakland, “Estamos generando una nueva fuente de suministro que hasta el momento veníamos vertiendo o considerando como un residuo. A medida que tratamos de que nuestras comunidades sean más resilientes ante la sequía y el cambio climático, esta estrategia será sin duda una parte importante de la solución”.
Las agencias del agua de numerosos lugares de California han venido regenerando y reutilizando el agua durante décadas, frecuentemente distribuyendo el agua regenerada para el riego de jardines o enviándola a lugares en que el agua regenerada se infiltra en el suelo para recargar los acuíferos.
La nueva normativa permitirá realizar lo que se denomina “reutilización potable directa”, consistente en incorporar un agua regenerada de gran calidad directamente en el sistema de abastecimiento público o mezclarla con agua de consumo humano procedente de otras fuentes.
Heather Cooley y otros expertos hídricos indican que es inadecuado denominar este proceso con la expresión “toilet to tap”, que fue popularizado en los años 1990 por los opositores a los planes de utilizar agua regenerada para recargar los acuíferos en al Valle del San Joaquín. Estos expertos indican que la reutilización potable directa requiere someter el efluente depurado a un proceso de regeneración extremadamente sofisticado y que la investigación científica ha puesto de manifiesto que esta agua intensamente purificada es segura para beber.
En palabras de Heather Cooley, “se trata en definitiva de recuperar recursos, no de malgastar recursos preciosos. Considero que esta normativa ofrece una oportunidad única para promover la visión de una mayor circularidad del agua”.
El proceso de desarrollo de la normativa, que había sido solicitada por los legisladores, ha requerido más de una década de trabajo por parte de los reguladores estatales. El proceso ha incluido una revisión por parte de un panel de expertos.
La construcción de estas estaciones de purificación de agua es costosa y habrán de transcurrir años antes de que algún ciudadano de California pueda beber el agua producida de ese modo. No obstante, Los Angeles, San Diego y el Metropolitan Water District of Southern California están planificando la implantación de la reutilización potable directa como parte de sus actuales inversiones en reutilización de agua regenerada.
El efluente depurado será sometido a varias fases de tratamiento, pasando por filtros de carbón activado y membranas de ósmosis inversa, así como por procesos de desinfección mediante luz UV, entre otros tratamientos.
Una vez que las normativas sean aprobadas por el Consejo Regulador Estatal, habrán de ser aprobadas por la Oficina de Derecho Administrativo, lo que está previsto que ocurra durante el próximo año (2024).
El proceso de regeneración avanzada (purificación) es similar al utilizado para la desalinización de agua de mar, aunque la regeneración avanzada requiere menos energía y es más barata que la de convertir agua salina en agua dulce. En palabras de Darrin Polhemus, subdirector de la división de Agua Potable del Consejo Regulador Estatal, “los costes de purificación del agua residual serán probablemente la mitad del coste de desalinizar un agua marina”.
La reutilización potable directa ha sido durante años una estrategia utilizada en lugares del mundo con recursos hídricos escasos, como Namibia y Singapur. Algunas poblaciones de Texas la están utilizando también. Colorado tiene normas que permiten la reutilización potable directa, mientras que Arizona y Florida están desarrollando sus propias normativas.
Diversas agencias de California han venido realizando durante años la reutilización potable indirecta, mediante la que un agua regenerada de gran calidad se utiliza para recargar los acuíferos, de donde es posteriormente extraída, tratada y distribuida como agua de consumo humano.
El Condado de Orange, por ejemplo, opera su Groundwater Replenishment System (GWRS), el proyecto más grande del mundo en su tipología. El sistema GWRS purifica el efluente secundario mediante un proceso de regeneración avanzada de tres fases, tras las cuales el agua regenerada es infiltrada (en parte) y también inyectada (en menor parte) en un acuífero local, pasando a formar parte de los suministros de agua (del Condado).
En palabras de Darrin Polhemus, “aunque Orange County tiene previsto continuar con la reutilización potable indirecta, otras agencias del agua están considerando la reutilización directa como una opción que les permitirá ahorrar recursos mediante la utilización de las infraestructuras existentes, en lugar de construir sistemas separativos (de distribución) de agua regenerada”.
Metropolitan Water District (MWD) tiene previsto iniciar la reutilización potable del agua como parte de su proyecto titulado Pure Water Southern California, construyendo una instalación en Carson, con un presupuesto de 6 millardos de dólares, que está llamada a convertirse en el proyecto de reutilización del agua más grande del país.
Está previsto que suministre sus primeros metros cúbicos de agua regenerada antes de 2028. Según MWD, los caudales iniciales serán utilizados en su mayor parte para la recarga de acuíferos, desde donde podrán ser extraídos posteriormente, mientras que una parte serán suministrados a refinerías de petróleo y usuarios industriales.
Las previsiones oficiales de MWD indican que, para 2032, producirán 435.000 m3/día. De ese caudal, esperan enviar 100.000 m3/día a la estación de La Verne para que sea mezclada con otros suministros procedentes del río Colorado y el norte de California, y luego sea suministrada como agua de consumo humano a la largo y ancho de la región – un caudal que está previsto aumentar hasta los 230.000 m3/día una vez que el proyecto esté funcionando a su plena capacidad de 570.000 m3/día.
MWD es el distribuidor en alta del Sur de California, donde suministra agua a ciudades y agencias que abastecen a 19 millones de personas en seis condados. MWD regenera actualmente unos 555 hm3/año de efluente depurado, un caudal equivalente al del agua utilizada por unos 1,3 millones de viviendas.
En palabras de Deven Upadhyay, director ejecutivo y consejero delegado adjunto de MWD, “el Proyecto de reutilización de agua de MWD, junto con el proyecto Operation Next de Los Angeles y el proyecto Pure Water de San Diego incrementarán dramáticamente el uso de agua regenerada una vez que estén construidos. Cabe esperar que el volumen de agua regenerada producida y consumida en el Sur de California se duplicará una vez que esos tres proyectos estén terminados.
En un estudio realizado el pasado año, los investigadores del Pacific Institute indican que California reutiliza un 23 % de sus aguas residuales municipales y tiene el potencial de triplicar el volumen de agua que se regenera y reutiliza.
En palabras de Heather Cooley, “una parte de ese volumen se conseguirá mediante la reutilización directa. Es simplemente una parte del puzzle de cómo podremos alcanzar el potencial total del agua regenerada. Es un elemento importante para ayudarnos a conseguir que nuestras poblaciones sean más resilientes”.
El agua regenerada ha despertado una aceptación pública creciente, a medida que la ciudadanía ha experimentado unas sequías más intensas y ha contemplado la ampliación de los proyectos de regeneración. No obstante, su aceptación no es universal y es importante atender de forma real y clara las preocupaciones que las personas tienen sobre ella, a medida que los municipios consideran esta opción. La reutilización de mayores caudales de agua es una estrategia que California deberá adoptar, junto con la retención de más agua de escorrentía y la mejora de la eficiencia en el uso del agua.