La cadena de radio y televisión KPIX5 de la Bahía de San Francisco publicó el pasado 30 de junio la noticia de que la ciudad de Healdsburg, situada en el corazón vitivinícola del Valle de Sonoma, con 11.200 habitantes en 2010 y con una prohibición estricta de riego de exteriores desde hace unas semanas, está ofreciendo una alternativa a sus ciudadanos: agua regenerada gratis, que está llegando incluso a suministrar en la puerta de las viviendas.
Healdsburg se ha convertido en la población de la zona de la Bahía líder en el ahorro de agua en condiciones de emergencia. Y no es porque desee hacerlo, es sencillamente porque no le queda otro remedio. El lago Mendocino, la única fuente de suministro de agua de la ciudad, contiene en estos momentos de un 37 % de su capacidad, lo que hace que su población se esté comportándose según los cánones “verdes” y permitiendo que sus jardines se sequen y se pongan “marrones”. No obstante, la ciudad ha planteado otra forma alternativa para mantener las plantas vivas.
En palabras de una analista local, “disponemos de miles de metros cúbicos de agua regenerada. Todo es cuestión de ver cómo hacer llegar ese agua a los ciudadanos”. La EDAR de la ciudad filtra el efluente depurado y lo convierte en un agua regenerada de gran calidad, después de lo cual la coloca en un depósito de almacenamiento a la puerta misma de la EDAR, que se ha convertido en una zona popular donde los ciudadanos pueden rellenar sus tanques de agua para trabajar o regar. En palabras de un vecino de Healdsburg “si apareces por aquí durante la mañana, puedes encontrar entre 20 y 30 furgonetas esperando para cargar agua. Es una locura, no me lo puedo creer, nunca había visto algo semejante”.
En una de las calles, once viviendas han instalado tanques de almacenamiento y una de las vecinas indica que los vecinos están tan motivados por ahorrar agua que dejan de prestar atención a la jardinería y se quedan admirando los sistemas de almacenamiento de agua que unos y otros han instalado. En palabras de esta vecina, “en estos momentos, ya no es cuestión tanto de tu jardín, sino más bien de tu tanque de almacenamiento de agua; no es tanto cuestión de tus flores, sino de cómo está puesta la maguera para regar alguna de tus plantas”.
Pero ¿qué ocurre si alguién no dispone de medios para traerse el agua regenerada a casa? Ese es el momento en que “JoJo” entra en acción. Ha sido contratado por la ciudad para conducir su furgoneta alrededor de la ciudad, suministrando personalmente agua regenerada gratuita, una vez a la semana, a quienes han inscrito sus tanques de almacenamento en la empresa de agua. En este momento, se está suministrando agua regenerada a unas 350 casas, pero se espera que esa cifra se duplique en las próximas semanas, a medida que los residentes se afanan por ir a comprar tanques de almacenamiento. Aunque eso le está ocasionando a la ciudad un gasto considerable, lo considera una forma de mantener a los ciudadanos implicados en el ahorro de agua.
En palabras de la analista, “Si ibamos a decirle a los vecinos que no podían usar el agua de consumo humano para regar, necesitabamos encontrar una solución alternativa”.
Desde el punto de vista de la vecina, “todo esto no es más que una muestra de sentido común, en unos momentos tan ajenos a lo que es común”.