El Pacific Institute de California acaba de publicar un interesante informe en el que se presentan las tendencias en el uso del agua durante el periodo transcurrido entre 1960 y 2015.
La nota de prensa inicia la presentación del informe indicando que el agua es la fuente de vida de California, en cuanto que atiende las necesidades de los hogares en que viven 40 millones de personas y permite el desarrollo de una de las regiones agrícolas más productivas del mundo, diversas actividades comerciales e industriales, y la salud y la viabilidad de los ecosistemas acuáticos y terrestres del Estado.
El informe examina las tendencias estatales en el uso de agua por parte del sector agrícola y el sector urbano durante el período comprendido entre 1960 y 2015. Los resultados muestran que, durante ese periodo, California experimentó una desconexión dramática entre el uso de agua y el crecimiento, debido a las mejoras conseguidas en el uso eficiente del agua por parte de la agricultura y las zonas urbanas, así como a los cambios introducidos para cultivar productos agrícolas de mayor valor e implantar actividades comerciales e industriales con menores consumos específicos de agua.
A pesar de todo ello, el uso de agua en California es todavía elevado; los ríos y los arroyos están estresados debidos a las extracacciones excesivas y el agua subterránea está sobreexplotada. El cambio climático y el continuo crecimiento demográfico están aumentando la presión sobre los recursos hídricos del Estado, incluyendo el abastecimiento de agua, la demanda de agua y la calidad del agua. Con objeto de responder a esos retos, será necesario realizar un mayor esfuerzo para mejorar el eficiencia en el uso de agua en los hogares, las empresas, las industrias y las explotaciones agrarias. El informe hace también una llamada para que el Estado mejore su recogida de datos y sus sistemas online, a fin de poder disponer de datos de una forma más sencilla, rápida y conveniente.
A continuación se presenta el capítulo de Resumen y Conclusiones del informe.
California ha expermientado una desconexión dramática entre el uso de agua y el crecimiento, en contraste con la creencia ampliamente aceptada de que el uso de agua aumenta inevitablemente en paralelo con la población y la expansión económica. Entre 2006 y 2015 – la década más reciente para la que se dispone de estimaciones estatales – el uso total de agua en California alcanzó una media de 53.000 hm3 anuales, de los cuales la agricultura utilizó un 80 %, mientras que los usos domésticos y comerciales en zonas urbanas representó el 20 % restante. Desde 1967, la población de California se ha duplicado y su producción económica se ha multiplicado por cinco. A pesar de ello, el uso estatal de agua aumentó en tan solo un 20 %, debido a las mejoras en el uso eficiente del agua en zonas urbanas y explotaciones agrícolas, así como por los cambios adoptados en favor del cultivo de productos agrícolas de mayor valor y unas activiades comerciales e industriales de menor consumo específico de agua. Estas tendencias tienen implicaciones importantes para la planificación, la elaboración de políticas hídricas y las estrategias de inversión.
Las regiones urbanas y agrícolas de California están consiguiendo un mayor valor a partir de los recursos limitados de agua del Estado. El uso agrícola del agua en California ha permanecido estable desde los años 1980, mientras que el valor económico de la producción agrícola ha aumentado dramáticamente – desde 0,43 dólares por metro cúbico en 1960 hasta 1,00 dólar por metro cúbico en 2015 (todos los valores han sido ajustados con la inflación y referidos al año 2020).
El uso urbano de agua ha disminuido dramáticamente desde la mitad de los años 2000, a pesar del continuo crecimiento poblacional y económico. En 2015, el uso residencial de agua cayó por debajo de 378 L/hab.día por primera vez en la historia del Estado, con un uso doméstico interior y exterior que alcanzó 213 L/hab-día y 165 L/hab.día, respectivamente. Ese mismo año, el uso urbano de agua en el Estado alcanzó 8.650 hm3 – niveles que no se habían alcanzado desde 1993. Mientras que las estimaciones del uso de agua durante 2015 se vieron reducidas a causa de las restricciones por la sequía, hay evidencia de que el uso urbano de agua ha vuelto a aumentar ligeramente, aunque sigue estando por debajo del que tenía antes de la sequía.
A pesar de esos signos positivos, el uso de agua en California sigue siendo elevado, y la experiencia internacional sugiere que es posible alcanzar ahorros adicionales. A lo ancho del Estado, los ríos y los arroyos están sometidos a estrés, debido a las extracciones excesivas, y las aguas subterránes están sobreexplotadas. Con objeto de afrontar esos retos, hemos de continuar e incluso ampliar los esfuerzos detinados a mejorar la eficiencia en el uso de agua en nuestros hogares, empresas, industrias y explotaciones agrícolas.
Finalmente, necesitamos más y mejores datos. Es esencial disponer de mediciones reales del uso de agua en la agricultura, en lugar de estimaciones basadas en las hectáreas plantadas y el tipo de cultivo adoptado. Se necesita igualmente una nueva encuesta estatal sobre el uso de agua en la industria. El último de ellos tiene ya más de 25 años, durante los que se han registrado cambios dramáticos en el sector industrial de California. Urgimos al Estado a que mejore la recogida de datos y los sistemas online, de modo que sea posible disponer de los datos de una forma más sencilla, rápida y conveniente.