La Alliance for Water Efficiency (AWE) acaba de publicar un excelente manual sobre la gestión del agua para riego de jardinería titulado “Landscape Transformation: Assessment of Water Utility Programs and Market Readiness Evaluation”, en el que se recogen numerosas estrategias aplicables para el ahorro de agua en riego de jardinería urbana. El estudio de 2 años de duración ha permitido documentar que los jardines urbanos son una fuente prometedora de ahorro de agua. El estudio sobre transformación de la jardinería ha examinado 14 programas de eficiencia hídrica que reducen el consumo de agua hasta un 39 %. Este video de la AWE permite seguir un interesante debate en el que se resaltan los resultados más importantes del estudio.
La información básica sobre esta investigación y los principales resultados obtenidos se presentan en el resumen ejecutivo que se presenta a continuación. Los resultados completos del estudio se han recogido en dos informes finales, que pueden obtenerse en la página web www.allianceforwaterefficiency.org.
En 2015, la AWE lanzó una iniciativa de investigación sobre el ahorro de agua que puede conseguirse en el riego de jardinería, a fin de identificar y aclarar los programas, las prácticas y las tecnologías de riego que permiten asegurar la efectividad de los programas de ahorro de agua impulsados por las compañías suministradoras. La AWE considera que para conseguir un mundo en el que las comunidades, los comercios y los ecosistemas dispongan del agua que necesitan para florecer, los propietarios de viviendas y de negocios han de ser unos usuarios inteligentes, tanto dentro como fuera de sus propiedades.
El estudio de la AWE sobre la transformación de la jardinería representa una de las valoraciones más amplias y diversas realizadas hasta el momento sobre los programas de eficiencia hídrica. Esta investigación ha sido posible gracias a un esfuerzo de colaboración transversal, con aportación de datos y de recursos económicos de municipalidades y organizaciones industriales de los Estados Unidos y Canadá.
Disponer de un bonito jardín ha sido un motivo de orgullo y estatus económico para los propietarios de viviendas durante siglos. No obstante, la preferencia histórica por unos parterres frondosos y verdes ha llevado a la prevalencia de paisajes con un excesivo uso de agua, incluso en comunidades con importantes retos en su suministro de agua. La mayoría de los propietarios de viviendas utilizan entre un 30 % y un 60 % de sus consumos de agua para el riego de sus jardines exteriores, dependiendo de la región y el clima, del cual se malgasta hasta un 50 %.
El estudio publicado por la AWE consta de dos partes: 1) un análisis de impacto y 2) una evaluación del proceso. El análisis de impacto examina diversos programas de transformación de la jardinería existentes, con objeto de obtener nuevos datos empíricos sobre su efectividad. El análisis de impacto consistió en la realización de una nueva investigación empírica sobre los programas de transformación de la jardinería existentes en diversas zonas geográficas y diversos climas, y con diversos diseños de los programas. Los ahorros conseguidos con un programa específico o un tipo de programa varían ampliamente, en razón del uso del agua previo a la participación en el programa, las características climáticas como la precipitación y la evapotranspiración, los grados de incentivación, el apoyo a los clientes y las normas y los requisitos del programa. El estudio trató de determinar el intervalo y el tipo de ahorro de agua que cabía esperar de un programa de transformación de la jardinería, en función de las medidas de eficiencia de uso, entre las que cabe señalar: 1) los descuentos en la compra de tecnología para el uso eficiente del agua, 2) la distribución gratuita de mantillo orgánico, 3) las auditorias en la propiedad del cliente y 4) la retirada del césped y su sustitución.
La evaluación de proceso incluye encuestas realizadas a propietarios y participantes del proceso de suministro, así como un análisis de los informes del sector profesional y de la segmentación del mercado, con objeto de evaluar las actitudes ante la jardinería con un uso eficiente del agua. El estudio incluyó 3.390 abonados del servicio de agua en los Estados Unidos y Canadá. De entre los participantes, 1.655 habían participado previamente en un programa de transformación de la jardinería. El cuestionario trató de determinar las razones, la lógica y las motivaciones de los abonados para participar en un programa de transformación de la jardinería.
Los resultados generales de los programas analizados indican que los ahorros de agua medios conseguidos por participante (una familia) oscila entre un 7 % y un 39 %. El ahorro medio conseguido por un participante en el programa de jardinería sostenible de la Autoridad Hídrica del condado de San Diego alcanzó aproximadamente unos 160 m3/año, un volumen de agua suficiente para satisfacer las necesidades de una familia de cuatro miembros en San Diego durante casi 100 días.
Los resultados más destacados del proceso de evaluación fueron los siguientes:
- Los propietarios están dispuestos a adoptar un nuevo tipo de ideal de jardinería.
- Los propietarios son cada vez más conscientes de la existencia de opciones de jardinería con una mayor eficiencia en el uso del agua y están más dispuestos a realizar un cambio.
- Los propietarios desean una jardinería que sea bella, sencilla y eficiente en el uso del agua.
- Los propietarios consideran que una jardinería bella incluye una diversidad de especies vegetales.
- Los propietarios necesitan ayuda para transformar su jardinería.
- Un 78 % de los propietarios se ocupan personalmente de sus propios jardines, y un 85 % consideran que necesitarán ayuda, desde moderada hasta completa, para cambiar sus jardines.
- Cuando los propietarios realizan la transformación, quedan muy satisfechos de los resultados.
En resumen, el proceso de transformación de la jardinería ha puesto a prueba el sector del agua mucho más allá de las facetas relativas a la eficiencia en el uso del agua en el interior de las viviendas. Las estrategias específicas planteadas en el estudio pueden ayudar a los proveedores de agua a diseñar programas efectivos, identificar nuevas oportunidades para mejorar la cadena de suministro y optimizar todo el sector del agua con vistas a llevar a cabo el cambio hacia una jardinería eficiente en el uso del agua.
Como observaciones finales, el estudio indica que, tras una reducción satisfactoria del uso de agua en el interior de las viviendas, las comunidades pueden tener dudas sobre la conveniencia de dar el siguiente paso, debido a que reducir el consumo de agua en el exterior es mucho más complicado de llevar a cabo.
En contraste con el uso de agua en el interior de las viviendas, que viene determinado por la adopción de dispositivos que usen un caudal normalizado, el uso de agua en el exterior fluctúa notablemente entre regiones, comunidades e incluso barrios. Depende del clima, es sensible al tiempo y puede cambiar significativamente en función de la estación del año. Los programas impulsados por las compañías de agua son con frecuencia complejos y requieren mucha mano de obra, requiriendo unos programas completos de apoyo a los abonados. Asegurar una participación suficiente de los abonados requiere la resolución de diversas facetas culturales, debido a nuestro atractivo por los parterres con grandes consumos de agua, y la promoción de un mayor aprecio por una jardinería mucho más diversa.
El estudio de la AWE sobre la transformación de la jardinería prueba definitivamente que los programas de transformación de la jardinería implantados hasta el momento son efectivos para reducir el uso de agua en exteriores y son apreciados por los propietarios. Gracias a los esfuerzos realizados por los suministradores de agua participantes en estos programas, junto con sus empleados, estos programas producen unos ahorros de agua significativos que hacen que sus comunidades tengan una mayor resiliencia.
A medida que los recursos de agua se van agotando debido al crecimiento de la población, el cambio climático y otros motivos, los resultados de este estudio aparecen como más prometedores. Considerando que el riego de jardinería residencial utiliza más de 35 hm3/día en los EEUU, es imperativo mejorar y optimizar los resultados de este tipo de programas. Mediante la transformación de nuestra jardinería, podemos controlar el potencial del ahorro de agua en usos exteriores y convertirla en una nueva fuente de agua, evitando así opciones e infraestructuras más costosas.
Afortunadamente, estos resultados ofrecen una visión crítica para todos los que han de participar en la transformación de la jardinería. Las compañías de agua pueden basarse en esta investigación para justificar sus inversiones en la transformación de la jardinería y diseñar unos programas sólidos y completos, a la vez que enviar mensajes atractivos sobre sus atributos y necesidades ante los abonados.
Los fabricantes de tecnología y los partícipes de la cadena de suministros, desde los almacenes de mejoras domésticas en grandes cajas hasta los viveros y los profesionales de la jardinería, pueden empezar a ocuparse de algunos de los retos que actualmente retrasan los programas de transformación de la jardinería. Pueden colaborar en la ampliación de escala de las tecnologías inteligentes y ayuda a educar a los clientes directamente. Tal vez la faceta más importante de este estudio es proporcionar una plataforma en la que estos partícipes pueden encontrarse e iniciar un diálogo más regular y abierto.
Los programas de transformación de la jardinería están ayudando a cambiar el paradigma de la jardinería exterior desde una visión centrada en el propio jardín hacia una visión más integrada, que incluye una planificación apropiada del lugar y unos sistemas de riego eficientes. Los propietarios que instalan unos jardines bellos y de uso eficiente del agua están guiando a sus vecinos a hacer lo mismo, siguiendo un efecto dominó que aporta beneficios a toda la comunidad. Las comunidades que invierten en estos programas conseguirán unos retornos crecientes que ayudarán a asegurar los suministros de agua a largo plazo, apoyando las economías locales y estimulando la salud de las cuencas.